Si hacemos un rápido paseo por el tiempo (no nos vamos a extender) apreciamos la estrecha relación de los cristales, gemas, semipreciosas y rocas con el hombre.
Empezó utilizando las piedras como armas, el Homo Erectus, descubrió la Pirita y el Pedernal que utilizó para hacer fuego, en las culturas megalíticas adquirieron símbolo mágico creando monumentos como los menhires, domen, taula, talaiot, crómlech, obeliscos, petroglifos, etc. de gran influencia en la humanidad.
Los Atlantes, conocían muy bien como trabajar con los cristales, captaban, archivaban y transformaban la energía a través de ellos. Sus templos eran decorados con cristales situados de forma estratégica.
Gracias a descubrimientos arqueológuicos sabemos que hace miles de años, los indios americanos ya utilizaban los cristales para la curación y, en Egipto, bien es sabido, que usaban las gemas y cristales para embellecerse, también para fines terapéuticos y para canalizar la energía cósmica.
La medicina ayurvédica india y la medicina tradicional china, con más de cinco mil años de antiguedad, mantienen la creencia en que las piedras salvaguardan la salud y nos protegen de factores negativos externos.
Civilizaciones como la mesopotánica, la India, la China, en Grecia, Roma, culturas Maya y Azteca, Inca, Hebrea, Islámica y Cristiana usaron los cristales con fines terapéuticos y cósmicos
Así, no era ni es extraño ver en la bolsa del chamán y del hombre y mujer medicina, la combinación poderosa de plantas medicinales y cristales, usándolos para prácticas de sanación y para realizar rituales.
Los cristales curan holísiticamente. Operan a todos los niveles, físico, mental, emocional y energético. Realinean las energías sutiles y disuelven la alteración llegando a su causa raíz. Los cristales funcionan por vibración, reequilibrando la envoltura biomagnética que rodea e interpreta el cuerpo físico, trabajando con los puntos de vinculación con los chakras y correspondientes órganos.
La mayoría de las enfermedades son una combinación de varios factores, la alteración suele ser en los niveles sutiles, pudiendo ser el emocional o el mental. Pueden haber desequilibrios y alteraciones energéticas entre el cuerpo físico y la envoltura biomagnetica, otras alteraciones pueden ser debidas a tensiones geopáticas o una desconexión espiritual.
La lista de cristales, gemas, semipreciosas y piedras, que sanan holísiticamente es infinitamente extensa y somos realmente afortunados de tenerlos a nuestro alcance por siempre jamás.
Con Amor,
Manoli
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