Debemos encontrar ese momento para estar con nosotras mismas, para saber que energía femenina está presente en esos momentos, en que momento de nuestro ciclo estamos para entender el por qué nos sentimos así en esos momentos, el por qué ese enfoque de la vida, de la propia persona en esos momentos.
Debido al ritmo en que se vive hoy en día, no nos permitimos el tomar ese ratito para escucharnos, nuestro cuerpo dependiendo el arquetipo que está presente nos avisa mediante cambios emocionales o a través de síntomas de dolor muchas veces, de que hemos de parar y escuchar a nuestro ser interior.
Conocer las energías de nuestro ciclo es fundamental para el entendimiento, así como en la fase de la Bruja nos encontramos en momentos de introspección, es un momento ideal para escuchar a tu ser interior y a tu cuerpo, puede empezar durante la menstruación o días antes y finaliza cuando cesa el flujo de sangre. Entonces llega libremente la energía de la Virgen, aquí es el momento de expresar nuestras energías internas y sacarlas a la luz, es tu oportunidad de asimilar tanto tu claridad interna como las ideas que han surgido de la oscuridad en la fase de la Bruja. Y pasamos a la fase de la Madre, el momento de entregar tu ser, tu amor y tu capacidad a los demás y de reconocer tu conexión con la Madre Tierra. Aquí llegamos a la última fase que cierra el ciclo, la fase de la Hechicera, Esta etapa puede ser la más dramática de todas. Así como en la fase de la Virgen hay una vitalidad extraordinaria, pasando por la Madre, aquí la energía es más tranquila, llegamos a la hechicera, donde la energía va decreciendo poco a poco y esta falta de energía puede producir ira, dolor, fustración y culpa en tu interior. Cambiar tu visión de la vida de una manera destructiva, afectándote a tí y a tu entorno.
Pasada la fase de la Hechicera, volvemos a empezar el ciclo, renaciendo de nuevo. Y si llegamos a ese entendimiento y comulgamos con nuestras energías conseguiremos liberar carga, aquella que no nos deja avanzar.
Para llevar de la mejor manera estos cambios en nuestro ciclo, hemos creado este aceite que interactúa con las energías femeninas, calmando el dolor y acompañándonos a nuestro interior, nos ayuda a aceptarnos y a rendirnos a la energía sanadora de nuestro útero.
La sinergia perfecta de este aceite con los minerales sanadores de la Energía Femenina junto con los toques aromáticos de los esenciales especialmente femeninos, nos lleva a nuestro hogar, lugar de calma, sanación y paz.
Con Amor,
Manoli
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