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La Llama Trina es tu/nuestro blog, un espacio de información sobre las terapias holísticas, en concreto las que aquí comentamos y trabajamos en consulta, para aprender a abrazar la vida, vivir el Aquí y Ahora, a conectarnos con nuestro Ser Interior, sanarnos y guiarnos por nuestra propia LLAMA TRINA. Un lugar donde compartir información, experiencias, comentarios y más.

“Somos multidimensionales, y la medicina también necesita ser multidimensional”. Johnny De’ Carli

domingo, 12 de mayo de 2013

La Tristeza como Meditación


La tristeza, el miedo, la pena, la rabia y un sin fín de emociones de baja vibración...nos acompañan en algún momento de nuestras vidas, a veces es por poco tiempo y otras veces parece eterno. Intentamos escapar de estas emociones, esquivándolas y enfocándonos en otras cosas que nos gustan más. Pero si realmente queremos liberarnos de ellas y vivir desde la alegría, la manera es trabajando con ellas.

Gracias Osho por tus enseñanzas,

Con Amor,
Manoli


La tristeza puede convertirse en una experiencia tremendamente enriquecedora. Tienes que trabajar en ello. Es muy fácil escapar de tu tristeza y todas las relaciones generalmente son escapes; uno simplemente continúa esquivándola. Y siempre está ahí, oculta... la corriente continúa. Incluso emerge en numerosas ocasiones en tus relaciones. Entonces tratas de arrojar la responsabilidad sobre el otro, pero eso no es lo que ocurre. Es tu tristeza, tu soledad; aún no la conoces, y por tanto una y otra vez emergerá.

Puedes escapar de ella trabajando, puedes escapar de ella estando ocupado, con tus relaciones, con la sociedad, con esto y lo otro, viajando, pero no desaparecerá porque forma parte de tu ser. Todos nacemos solos; estamos en el mundo, pero solos; nacemos a través de nuestros padres, pero estamos solos. Y todos morimos en soledad; salimos de este mundo solos. Y entre esas dos soledades, nos engañamos. Está bien acumular valor y adentrarte en esta soledad. Por muy difícil y duro que resulte al principio, te compensará enormemente. Una vez que la conozcas, una vez que la disfrutes, una vez que la percibas, no como soledad, sino como silencio, una vez que comprendas que no hay escapatoria, te relajarás.

No puedes remediarlo, de modo que, ¿por qué no disfrutar de ella? ¿por qué no entrar en sus profundidades y saborearla, descubrir qué es? ¿Por qué tienes miedo innecesariamente? Está ahí y es una realidad; es existencial, no accidental. ¿Por qué no conocerla? ¿Por qué no entras en ella y descubres qué es?

Siempre que te sientas triste, siéntate en silencio y deja que esa tristeza te invada; no trates de escapar de ella. Siéntete lo más triste que puedas. No la evites. Recuerda esto. Llora al máximo, tírate por el suelo, revuélcate... y deja que desaparezca por sí misma. No la expulses; se irá, porque nada permanece para siempre.

Cuando se vaya, te sentirás descargado, absolutamente aliviado, como si toda fuerza de gravedad hubiera desaparecido y pudieras volar, sin peso alguno. Es el momento de entrar en ti mismo. Primero, ábrete a la tristeza. Hay una tendencia, normalmente, a no admitirla; buscas sistemas para poder fijarte en otras cosas; vas al restaurante, te reunes con amigos, lees un libro o vas al cine, o tocas la guitarra; haces algo para poder sumirte en ello y poner tu atención en otras cosas.

Esto se tiene que recordar: cuando te sientas triste, no te pierdas la oportunidad. Cierra las puertas, siéntate y siéntete tan triste como puedas, como si el mundo entero fuera un infierno. Sumérgete en ella, profundiza en ella. Deja que cualquier pensamiento de tristeza te invada, deja que la emoción te agite. Y llora, gime, exprésate... en voz alta... no tienes por qué preocuparte.

En primer lugar, vive esa tristeza durante unos días, y cuando la tristeza desaparezca te sentirás muy calmado, tranquilo, como tras una tormenta. En ese momento siéntate en silencio y disfruta del silencio que está apareciendo en ti. No lo has provocado; te abriste a la tristeza. Cuando la tristeza desaparece, en ese espacio, se asienta el silencio.

Escucha ese silencio. Cierra tus ojos. Siéntelo... percibe su textura... su fragancia. Y si te sientes feliz, canta y baila.



Osho, Be Realistic: Plan for a Miracle, charla #17

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