El ser humano debe aprender a conocer
sus ciclos lunares que alimentan a la existencia, para elevar los pensamientos
de nuestra vida cotidiana, poder aumentar nuestra frecuencia lunar es primero
entender la importancia que tiene el trabajo del ser interno para que así
nutramos todas nuestras generaciones del futuro. Así lo realizaron los guías
lunares en la antigüedad. Alimentarnos de la energía lunar magnetiza nuestros
pensamientos.
Los trabajos lunares requieren de una
disciplina ceremonial, donde en cada luna llena liberamos energías que no nos
corresponden. Así como tomar la energía que equilibra nuestros centros
energéticos, que se alimentan de la energía sagrada.
Las grandes civilizaciones del pasado
crearon pirámides y centros sagrados para adorar y hacer trabajos sagrados que
despertarían la conciencia del ser interno.
Ahora en este tiempo debemos
re-conocer los símbolos lunares, de las diferentes culturas del mundo como
mayas, egipcios, incas y otras culturas de medio oriente, para que así unidos
los sellos sagrados de oriente y occidente permitan el desarrollo sagrado de
nuestra energía lunar bien canalizada.
Al elevar nuestra frecuencia
vibratoria, debemos hacerlo con devoción, amor y así utilizar la energía para
ayudar a sanar a otros niveles dimensionales importantes de la
existencia.
Las mujeres que celebran la Diosa,
participan de ella al mismo tempo que se encuentran en sintonía con la base
diaria de los ciclos de la luna. El año está formado por trece meses lunares de
veintinueve días y medio cada uno, medidos a partir de la noche de luna
nueva. El mes lunar tiene cuatro lunas
con sus cuartos o fases, cuyo punto culminante es la luna llena, en el centro
del ciclo. La luna crece, aumenta su
luz, al pasar de la luna nueva a la luna llena, y mengua o disminuye su luz, al
pasar de luna llena para empezar otra vez la luna nueva. Cada una de las fases dura aproximadamente
una semana y el cuarto de luna llena comprende los tres días anteriores y los
tres días posteriores al momento de su plenitud. La luna es la diosa, visible, luminosa,
bella, refulgente y serena en todas sus formas.
Es la doncella en fase creciente, es la Madre, cuando está llena, en su
fase menguante es la vieja sabia, Hécate.
La Luna Nueva
Es una invitación para entrar en el
misterio del laberinto, los misterios de
la iniciación. Las mujeres danzan en lo
oscuro sin miedo y sienten las profundidades personales con alegría y
asombro. En la luna nueva comienzan los
cambios, se deja atrás lo viejo para comenzar un nuevo ciclo y quienes veneran a
la Diosa, veneran a la diosa que llevan dentro, atreviéndose a mirar sus
oscuridades, enfrentarlas y aceptarlas. Podemos honrar a Innana, Kali, Oya, Cerridwen,
diosas oscuras. Es el momento que coincide con nuestra menstruación y dejamos
morir una parte nuestra, para dejar que nazca otra.
Luna
Creciente
La Diosa es ahora una doncella, dulce
y receptiva. Este es un buen momento para todo tipo de Rituales que nos
permitan, luego de haber aceptado las
oscuridades, volver lentamente a la luz, incrementar nuestra belleza y dones,
hacer crecer nuestros sueños y visiones internas, aumentar con ejercicios el
caudal de energía y pedir a la Diosa lunar que nos permita ser unas mujeres
creativas, con infinitas capacidades de ser torrentes de
luz.
Esta luna es precisamente usada para
el crecimiento y la maduración de nuestras ideas para potenciar así todos los
aspectos de nuestra vida. Este es un
período de actividad relacionados con los aspectos hermosos de las doncellas
como Perséfone, Artemisa, Oshun. La
limpieza, la pureza, la sensualidad, la belleza.
Luna
Llena
La luna llena es la matrona, la Madre y la Amante, que acepta o rechaza los principios de la nueva vida. Es la mujer en plenitud de sus decisiones su fortaleza y su poder. La Emperatriz y la Gran Sacerdotisa del Tarot, quienes son creadoras de sus propios caminos y laberinto lunar. La Luna llena es fertilidad, nacimiento y abundancia en la magia tradicional, pero en la tradición de la Diosa, esto significa mucho más que el nacimiento tomado literalmente.
Este aspecto de la madre es quien
conecta a las mujeres con la capacidad de tomar decisiones correctas. Se le
conoce como la Luna de los deseos, es la Madre Generosa que nos provee de lo que
necesitamos, luego de trabajar la visualización creativa, podemos estar listas
para efectuar nuestras peticiones, no nos olvidemos del mandato de las MAGAS que
es: Pide lo que desees, pero sin perjudicar, ni aprovecharte de nadie… Acá
honramos a la Madre, Demeter, Yemanya, Isis. Es muy útil trabajar en luna
llena, los decretos del Yo Soy, Yo tengo...
Luna
Menguante
Ella es la vieja Sabia, Hécate,
Circe, Cerridwen, quien nos mueve suavemente hacia nuestra propia sombra. Es la
oportunidad de enfrentarnos a nuestros miedos para dejarlos partir, es sumirnos
en la profundidad misma que se nos viene con la Luna Nueva asumiendo nuestras
debilidades, los aspectos a trabajar y liberarnos, dejándolos partir sin
temor. Es Hécate, la Madre generosa
quien nos sostiene con su luz tenue, en este tránsito oscuro, ayudándonos a
mirar el espejo del alma y trabajar los desapegos, dejar las adicciones y
liberarnos de lo que ya no deseemos tener en nuestra vida
Fuente: Energia Femenina
Fuente: Energia Femenina
Fantastica explicación de las fases lunares!! Gracias amiga.
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